De la misma manera que Rosseau planteó en su momento un Contrato Social: o los principios del derecho político, actualmente es imperativo categórico ecológico, plantear un Contrato Ecosocial. Un compromiso interno de libertad, igualdad y respeto, hacia la vida; la del pasado, agradeciendo los 3.500 mil millones de años de existencia que se expresan en este momento. Agradeciendo la naturaleza presente que se hace consciente cuando sostenemos la ética del cuidado hacia todos los seres, desde los ciclos de la interdependencia, Conscientes de que somos redes de/en redes de vida y movimiento.
Conscientes de la realidad del Colapso que aun podemos evitar, como ofrenda a la vida futura.
El Contrato Ecosocial, es como principio ético, una actitud que está implicita en el momento actual.
Encarnar este ideal, esta actitud y este estado de la mente, es donde se encuentra el entusiasmo...decidir entre la compasión o la venganza. Entre la colaboración o la competición. La guerra, el caos, el colapso desbocado no tiene ganadores, no hay un Win -Win-WIn, Somos todos (partes interdependientes de la) tierra. en pleno momento creativo.
Este Contrato Ecosocial se plantea en cada una de nuestras relaciones con la Vida, desde la ecoasertividad noviolenta, empática, con actitud de reconexión y regeneración constante.
Si nuestra conciencia reposa en la actitud del Contrato Ecosocial, sostenemos el prisma del ser-ecológico, situando la naturaleza, la vida en el centro. En el centro del discurso, de las acciones, de las palabras, de los tratos, de los compromisos, de las intenciones. Y esto inevitablemente lleva la vida buena, agradecida, profunda, con sentidos, comprometidos, recordando que somos una manifestación de la red de la existencia que se expresa en el espiritu de nuestro tiempo. Asumiendo el momento tal y como es, y respondiendo con resiliència, con esperanza activa, trantando de disfrutar mientras se transforma nuestra actitud cuando nos distraemos del Contrato Ecosocial, que no es más que el sentido común de ser-humano en 2018 en Occidente.