Estamos aún en emergencia ecológica, la próxima generación no tiene asegurado el futuro por que la gente sigue consumiendo animales industriales que destruyen el Amazonas con la soja. Y las condiciones laborales de los mataderos están siendo uno de los principales foco de contagio, más de 180 brotes diferentes en mataderos a nivel mundial. Todas las pandemias en la historia han sido por la relación entre el ser humano y los animales. Y la ciencia ya tiene detectados al menos dos riesgos más de zoonosis... Focalicemos en el problema, y dejemos de comer animales conscientes y sensibles. La zoonosis es un efecto conocido por la ciencia. Estudiado, y que se puede comprender fácilmente. Sabemos que comer animales, que además sabemos que tienen conciencia y sienten...no beneficia a nadie, ni en salud, ni para el futuro del planeta, ni por supuesto para el propio afectado directo, el animal. Y cuando se deforesta el amazonas para que los elitistas del planeta coman animales, se acaba con la biodiversidad, y eso incrementa la zoonosis, un efecto de la emergencia climática. Es simple y todo el mundo lo sabe, pero sin compasión, se mira hacia otro lado...
Comer animales es un acto elitista, no solamente desde la perspectiva del especismo, sino incluso si no hemos desarrollado esa amplitud ética, desde un punto de vista humano: comer animales representa actualmente lo peor que se puede hacer por el planeta y su futuro. Lo peor que un progenitor puede hacer por el futuro de sus hijos. Además de aumentar el precio de los alimentos (por lo poco eficiente que es la producción de proteína animal en comparación con la proteína vegetal), y por lo tanto generar más presión en la pobreza mundial. También ralentiza la transición hacía los bioplásticos, y por lo tanto afecta a la salud y al futuro de nuestros océanos. Y aumenta el riesgo de zoonosis, por dos motivos: el efecto deforestador de ecosistemas de la industrìa cárnica, y por el propio factor del confinamiento animal. Por lo tanto el lujo extendido de un consumo innecesario de animales, es un acto de elitismo, de pasotismo, de egoísmo, que debería ser examinado con atención y sobretodo con empatía, por el bien común. Y además de la responsabilidad individual quizás debería llegarse a un consenso para una tasa tanto al consumo animal como al hecho de fumigar los cielos con CO2 en los viajes en avión. El futuro debe cultivarse en el presente.